El 12 de noviembre de 2014 será recordado como el día en el que se logró uno de los grandes hitos de la exploración espacial: un ingenio creado por el ser humano logra posarse por primera vez sobre un cometa.
Representación de la sonda Rosetta y el módulo Philae |
La aventura comenzó diez años atrás. Los motores del cohete Ariane 5 rugieron en la mañana del 2 de marzo de 2004 en el centro espacial de Kourou, Guayana Francesa, llevando consigo a Rosetta, la sonda de la Agencia Espacial Europea destinada a hacer historia. El trayecto del pequeño artefacto fue largo y no exento de dificultades. Una década de viaje a través del espacio en el que tuvo que orbitar hasta tres cuerpos celestes distintos (el Sol, la Tierra y Marte) aprovechándose de su tirón gravitatorio para así ganar velocidad y poner rumbo a su destino final: el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
En su ir y venir a través del Sistema Solar, Rosetta tuvo la oportunidad de pasar cerca de los asteroides (2867) Šteins y (21) Lutecia. Realizó numerosas fotografías y nos proporcionó imágenes que desvelaron muchos detalles de su superficie. Fue una ocasión única para poder observar el aspecto real de dos asteroides dado que los telescopios más potentes de los que disponemos actualmente, como el Hubble, apenas nos los muestran como diminutos puntos o a lo sumo como unas imágenes pixeladas sin detalle alguno.
A fin de ahorrar energía, el 8 de junio de 2011 se apagaron los sistemas y la sonda fue puesta en hibernación. Durante dos años y medio Rosetta navegó en solitario por el frío espacio hasta que el 20 de enero de 2014 "despertó" según lo previsto. Comenzaba la fase más importante y crucial de la misión: intentar ponerse en la órbita del cometa y lanzar un pequeño módulo de aterrizaje al que se bautizó con el nombre de Philae. La maniobra en sí misma fue toda una proeza dadas las condiciones físicas a las que tuvo que enfrentarse. Philae, que en la Tierra tenía un peso aproximado de 100 kilos, en el cometa pesa apenas un gramo.
Según se iba aproximando más y más, se nos fueron mostrando las características del cometa al que los científicos de la ESA apodaron con el diminutivo de “Chury”;
Diámetro: 4,1 km
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Masa: 1 x 1013 kg
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Densidad: 0,4 g/cm³
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Gravedad: 0,001 m/s2
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Rotación: cada 12,4 horas
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Periodo orbital: 6,6 años
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Velocidad: 38 km/s
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Afelio: 5,68 UA
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Perihelio: 1,26 UA
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Magnitud aparente: entre 11 y 20
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Finalmente, el 12 de noviembre de 2014, Philae se posó sobre la superficie del cometa aunque tuvo que afrontar serios problemas. Los arpones del sistema de anclaje fallaron y fueron necesarios hasta tres intentos para conseguirlo.
Después de todas las dificultades vividas, más de 500 millones de kilómetros recorridos y diez años de viaje, lo logramos. Hemos llegado a un cometa y lo hemos estudiado a un nivel que nos permitirá conocer más acerca de la formación del Universo en el que vivimos. Estamos sin duda ante otro gran paso para la humanidad.
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