21 de noviembre de 2014

Fobos y Deimos: los asteroides que se convirtieron en lunas

Fobos y Deimos eran los briosos caballos que tiraban del carro de combate de Marte, el dios de la guerra, conduciéndolo valerosamente a la contienda. Fobos significa pánico y Deimos terror. Cuando en 1877 el astrónomo estadounidense Asaph Hall descubrió un par de pequeñas rocas dando vueltas alrededor del planeta rojo, tuvo la feliz idea de bautizar a los dos nuevos satélites de la misma manera. Lo cierto es que no pudo haber elegido un nombre mejor para estas enigmáticas lunas.


La mayoría de los satélites del Sistema Solar se formaron a partir de la unión de escombros que rodeaban a los planetas. Poco a poco, las pequeñas rocas iban chocando unas contra otras, atrayéndose mutuamente hasta llegar a formar cuerpos más grandes. Es el fenómeno que conocemos como acreción. Sin embargo, el origen de las lunas marcianas parece ser distinto y durante mucho tiempo ha supuesto todo un misterio para los astrónomos.

Fobos y Deimos son pequeños, tienen forma de patata y su composición es un tanto extraña como para estar emparentados con Marte ya que son más negros que el carbón. Hoy pensamos que realmente se trata de dos asteroides de tipo C (carbonáceos) que tuvieron la osadía de acercarse mucho al planeta rojo. La fuerza de gravedad los atrajo, quedaron atrapados en su órbita y se convirtieron en satélites.

Fobos es el más grande de los dos. Mide aproximadamente 22 kilómetros de diámetro y es muy veloz. Si tenemos en cuenta que nuestra Luna tarda 28 días en orbitar la Tierra, Fobos tarda menos de 8 horas en completar una vuelta alrededor de Marte. Eso significa que si algún día llegamos allí podremos ver a Fobos salir y ponerse por el horizonte dos veces al día.

Fobos
Imagen de Fobos

Algo que llama mucho la atención de Fobos es que es un satélite extraordinariamente liviano. Es tan ligero que incluso durante años algunos científicos, como Carl Sagan, llegaron a creer que pudiera estar hueco por dentro. Otros llegaron a decir que se trataba de una especie de nave tripulada por una civilización extraterrestre avanzada… Nada más lejos de la realidad. A pesar de todas las especulaciones más o menos serias (o disparatadas), las misiones espaciales han demostrado que todo eso no es cierto y que la densidad de Fobos es en efecto baja pero perfectamente normal.

Este satélite tiene además el honor de ostentar otro récord cósmico: se encuentra a menos de 6.000 kilómetros de altura, lo cual lo convierte en el satélite más próximo a un planeta de todo el Sistema Solar. Su destino es por ello poco esperanzador. El estudio de su órbita y velocidad de caída muestran que acabará estrellándose violentamente contra la superficie marciana dentro de unos 50 millones de años.

Deimos por su parte es la más pequeña y la más alejada de las lunas de Marte. Mide apenas 13 kilómetros y completa su órbita en unas 30 horas. Si la comparamos con su hermano mayor, su superficie es más lisa, cubierta por regolito, y presenta menos cráteres. Uno de estos cráteres fue precisamente bautizado con el nombre de Swift en honor al escritor irlandés Jonathan Swift, quien en 1726 en su obra Los Viajes de Gulliver predijo la existencia de Fobos y Deimos 150 años antes de su descubrimiento oficial.

Deimos
Imagen de Deimos

Fobos y Deimos fueron dos asteroides que jugaron a ser lunas y allí están ahora bailando con Marte en la inmensidad del espacio. Dos satélites muy particulares y curiosos que despiertan la imaginación de todos aquellos que estamos locos por el Universo.

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